Con intención de contextualizar la iniciativa Makespace Madrid en el mundo de la fabricación digital publicaremos una serie de artículos sobre este ecosistema. Hablaremos de qué es la fabricación digital, de sus posibilidades y de los espacios en los que esto ocurre.
La fabricación digital permite convertir diseños en formato digital en objetos tangibles mediante herramientas y máquinas concretas. Las grandes industrias utilizan desde hace tiempo esta técnica, hasta hace muy poco reservada a procesos industriales. Hoy esto ya es accesible al ciudadano de a pie y empezamos a hablar de fabricación digital y personal; ya que empleando un ordenador y máquinas creadas específicamente para uso personal, podemos crear y producir casi cualquier cosa.
Para ilustrar esto pondré un ejemplo de una experiencia mía. Hace unos meses en el Fablab de León, tuve la oportunidad de hacer un molde para producir figuras en forma de «M». A continuación una serie de fotografías ilustran su proceso de fabricación utilizando herramientas y máquinas de fabricación digital:
2. Producción de contramolde de cera utilizando fresadora de escritorio.
3. Molde de uretano y contramolde de cera. El contramolde es resultado del trabajo de la fresadora de escritorio. Más info sobre el proceso y archivos aquí .
He escogido justamente este ejemplo porque estamos acostumbrados a ver y a hablar principalmente de impresión 3D cuando nos referimos a procesos de fabricación digital y personal. Es el caso de este video maravilloso de nueveojos de hace dos años, que predice un futuro donde esta fabricación está presente en nuestro día a día.
Full Printed from nueveojos on Vimeo.
Sin embargo, esta tecnlogía tiene otras posibilidades igualmente interesantes. En próximos post iremos hablando sobre ello, ahora seguiremos hablando de espacios y redes. Fablab León, es uno de estos espacios de fabricación digital y personal que han ido naciendo en los últimos años. Hoy contamos ya con un ecosistema de producción comunitaria con dos marcos de relación fundamentales, los talleres o labs y la red. En todo el mundo aparecen lugares dedicados a la fabricación digital que dan acceso a la ciudadanía a sus herramientas y máquinas. Esto ocurre en espacios tan dispares como la red de 100k-Garages (USA, Canadá, Europa y Australia), y los Tech Shop en EEUU; o en Hackerspaces y Fab Labs . La red de 100k-Garages y Tech Shops ofrecen servicios profesionales de manufacturación; los Hackerspaces mantienen una aproximación sin ánimo de lucro; y los fab labs organizados en una red global, pueden tener ambas aproximaciones, según el fab lab, e incluso ambas a la vez en un mismo lab.
Las personas de muy diversa formación, que descubren las interesantes posibilidades que ofrecen estos espacios, son llamados, en alguna bibliografía »fabbers». Ellos y ellas se acercan a estos lugares para prototipar invenciones o crear y producir objetos tangibles, que bien han diseñado ellos mismos, o bien han descargado de plataformas de repositorios de objetos digitalizados como Thingiverse. Más allá del prototipado de invenciones o la producción de objetos, es tremendamente relevante, la creación y fabricación de máquinas de fabricación digital bajo estándares abiertos. Este es el ejemplo de ReRap, un proyecto comunitario que promueve, desarrolla y comparte conocimiento sobre máquinas que son capaces de crear otras máquinas.
RepRap from Adrian Bowyer on Vimeo.
Hace 20 años, una persona hubiera necesitado más de 5 años de estudios universitarios para poder construir una máquina como una impresora 3D; hoy toda la información necesaria para la construcción de una de estas máquinas está accesible en la web. Las máquinas ReRap, operan con hardware y software libre, y tienen una comunidad de personas que en base a su experiencia, construyen y actualizan la documentación necesaria para construirlas. En el caso de la comunidad ReRap de habla castellana destaco el proyecto Clone Wars, y animo a todo interesado en este mundo echarle un ojo al proyecto.
El acceso a las máquinas y herramientas de fabricación digital que ofrecen estos espacios de los que hablábamos; y toda la documentación y archivos existente en la red, permite a aquellos con interés acercarse a la fabricación digital. Es emocionante ver cómo se diseñan y comparten objetos que resuelven problemáticas locales del día a día. ¿Son estos lugares/ infraestructuras que facilitan los procesos de socialización del diseño y la fabricación; el primer germen para un cambio social, económico y cultural? Hay quien dice que en un futuro cercano, los costes de la tecnología se habrán abaratado los suficiente como para que en todos los hogares, máquinas de fabricación digital construidas por su propios propietarios, produzcan los recambios de los objetos que diariamente se estropean o averían. Entre tanto, nosotros podemos seguir leyendo, investigando y sobre todo ¡haciendo! 🙂